Ni escritor ni personaje
admirador de mi interior
y su equipaje
Es cierto que conmigo ya no vale
pero eso es indiferente
mi valor simbólico
pagado por sentidos
y una letra pequeña
llamada cerebro
Alquiler de mi propia palabra
escondo valores de esencia
por no decir que los perdí
No soy sin mí ni conmigo
dejé de ser al nacer
para mirar mi propio ombligo
Negocios contratos
todo para vivir
para tener ganas
—u obligaciones—
Lo complejo es barato
pagado por anticipado
mientras que lo sencillo
no es que salga caro
es que está extinto desde hace ya rato
Por eso necesito un papel para vivir
algo que me diga por qué nací
Etiqueta: #poderuniversal
Habitando nuestro pulso

Tan bello, que lo soñamos;
tan poderoso que asusta.
Aunque sentirlo nos gusta,
muchas veces lo alejamos
cuando entero lo observamos.
Y, si ya nos emociona,
más de un caso no funciona
de la forma que esperamos.
Pero algo de él nos quedamos,
más cuando nos disecciona.
Porque tras examinarnos
así, minuciosamente,
—haciendo a un lado la mente—
y en ese espejo observarnos
¡podemos reencontrarnos!
Este es un recordatorio
o, más bien, un rogatorio:
al pulsar, al habitarnos,
podemos ser y sanarnos…
¡Dejemos nuestro envoltorio!
Eso aplica con parejas,
profesiones, pasatiempos…
y hasta con los contratiempos.
Ante escenas disparejas,
¿ver las flores o las rejas?
Creo que de ambas se recibe
si realmente se percibe
lo que tienen para darnos:
tras desestabilizarnos,
nuestro pulso se concibe.
La Gran Magia

Pulula prudentemente,
buscando almas, bocas, manos;
a aquellos seres humanos
cuya esencia, cuerpo y mente
la implementen hábilmente.
Pues, para lograr trascender
y su gran poder encender
debe, con actos u objetos,
llegar hasta otros sujetos
y alguna emoción conceder.
De aceptar y abrirle paso,
si algún resultado es cierto,
es lo que llaman fracaso.
Pero transcurrido el caso
habrá luz tras el ocaso.
Y, gracias a esa oscuridad,
potenciará su intensidad
mientras nos deje enseñanzas
para futuras andanzas:
resiliencia y humanidad.
¿Por qué atrevernos a hacerlo?
Porque cuando intentemos crear
nos permitiremos recrear
—sin buscarlo, sin saberlo
y aunque no podamos verlo—,
la libertad original
de aquel estado virginal
en que a este mundo llegamos.
Si en la Gran Magia confiamos,
¡todo vuelve a ser marginal!
Inspirado en el libro «Libera tu magia», de Elizabeth Gilbert.
Debe estar conectado para enviar un comentario.