
Dentro de las melodías,
por larga que sea la pausa,
no es destiempo, tiene causa.
Con tus pausas me decías:
¿nacen o mueren los días?
¡No importa! No es contratiempo.
Y hasta un #ReversoDelTiempo
me obsequiaste con pericia,
como a la curiosa Alicia
en el cuento de hace tiempo.
Al conectarme a tu cable,
fui niña y adolescente
en el país de mi mente…
y reviví lo impensable;
y anhelé lo inexplicable.
Por la expansión de conciencia
que me deja su vivencia,
al que pensé mi adversario
—mi último aniversario—
hoy le hago una reverencia.
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