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Elvira Martos

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Darlinghurst Road, Kings Cross, Sydney

Phone Sex


Phone Sex nrm_1404761953-alessandra-ambrosio-phone600

por Reynaldo R. Alegría

Cuando escuchaba su voz al otro lado del teléfono, bastaba que me preguntara cómo estaba vestida para saber que lo haríamos.

—¿Qué haces?

—Acostada en mi cama.

Le había dejado saber que los viernes tarde en la noche podía recibir su llamada.  Eran las ocho, y en esta parte del campo donde vivo las ocho de la noche ya son muy tarde en la noche.

—¿Cómo estás vestida?

Era inevitable.  Lo haríamos.

—Traigo un pantalón largo de pijama y una camisa liviana de manguillos.

—¿Vas a dormir temprano?

—Miraba la televisión.

—¿Y debajo de la ropa, qué llevas puesta?

—Ya sé por dónde vienes… deja eso que no puedo… y tengo poca carga en el celular…

—¡Dime!

—¡Me encanta tu voz!

—Gracias, pero no me evadas…

—Unas bragas rojas, muy rojas y pequeñas, muy pequeñas… y no llevo sostén.

A los hombres hay que decirles lo que quieren escuchar.

—¿Estás excitada?

La mejor estrategia cuando no puedes contestar una pregunta, particularmente si es muy tonta, es contestar con otra pregunta.

—¿Y tú que haces?

—Tú sabes…

Son tan predecibles los hombres y tan imaginativos.

—Imagino lo que haces.  ¿Me puedo tocar?

A los hombres les encanta que le pidan permiso.

—Creí que ya lo hacías.

—Me gusta que me guíes, me gusta escucharte cuando la voz parece que se te quiebra y la entonación hace que se confundan las palabras.  ¿O es que te pones tímido?

—¿En qué estás pensando?

—En ti…

—¡Qué bien!

Son tan simples los hombres… en ocasiones se complacen con tan poco… particularmente cuando tienen una erección y nada los calma hasta que se terminan…

—¿Qué estás sintiendo, Princesa?

Ante esa pregunta solo procede una cosa… bajar el tono de la voz, no hablar, gemir y gemir…

—¡Ufff!

Lo virtual requiere mucho más que condiciones, ganas y poca ropa, ante todo requiere imaginación, mucha imaginación; y palabras, buenas palabras, mejores palabras, deliciosas palabras.

—Mi amor, no quiero ser rompebolas y sacarte de esto tan rico, pero se me está agotando la batería del celular… sorry…

—Vente conmigo…

¡Click!

—¡Aló, aló! Upsi… se cayó la llamada…

¡Click!

Me encantan los hombres y me fascinan como a ellos los controles remotos, en especial los botones de pause y play.

 

Foto: Alessandra Ambrosio, Phone 600, tomada de http://www.cosmopolitan.com/sex-love/confessions/q-and-a/a810/phone-sex/

Untitled No. 21


Siento la necesidad de correrme

sobre la poesía de tu cuerpo,

tus labios (vaginales) que me cuentan de Safo

y el gastado camino de tu cintura,

tus tetas como montañas, montañas de miel, y

yo soy un colonizador,

voy a sumergirme en el mar de tus fluidos púrpuras

 

Sos mía esta noche, las estrellas te miran y te envidian

porque sos mía

esta noche

todo es posible

esta noche

somos etéreos

nuestros corazones bombean sangre + adrenalina

 

Un círculo de saliva nos rodea

y en el medio de la noche

te nombro

Reina, Diosa

de la naturaleza

 

No voy a recordarte mañana

pero esta noche

somos uno, un cuerpo, un alma,

pagana comunión del espíritu

 

Pero para cuando el sol salga

vas a ser otro vacío recuerdo

en la nostalgia de la nada