
«Cuando terminó la guerra yo solo tenía cinco años, pero me acuerdo perfectamente de que, durante los años posteriores, me estuve despertando aterrada cada noche soñando con el ruido de las sirenas que hacían que la vida se congelara en cualquier instante y fuéramos corriendo al refugio más cercano. Recuerdo levantarme bañada en sudor frío gritando: ¡Los pitos, los pitos!». |
Debe estar conectado para enviar un comentario.