Este sabor en la punta de la lengua,
con tacones de mandarina,
se adhiere a mi paladar
y baila por toda mi boca.
Mi pobre lengua da una vuelta ligera,
como loca, buscando la cremosidad del cuerpo
y esa fragancia tan fresca.
¿Qué ha pasado? La dejó húmeda y a secas.
Este olor en la punta de la nariz,
de nuevo el líquido negruzco,
con el aroma exacto y cafeína portable.
Este sabor en la punta de la lengua
de fragancia inolvidable
y de sentido volátil.