El día nos llevó el cabello
los dientes
y los huesos
enmudecieron las caracolas
Esta tierra de copal
con los nombres que amamos
la sombra que sueña con besar el sol
al fin el perdón de la memoria
El cielo se ha roto
sobre las manos silenciadas
flores en las cuencas de los ojos
aves que migraron hasta nuestras tumbas.